domingo, 31 de julio de 2011
jueves, 28 de julio de 2011
Te tranquilizaban mis sonrisas
Yo te miraba mientras terminaba de untar la última tostada con mantequilla fresca y luego te relamias las puntas de los dedos. Me observabas con los ojos entrecerrados, con el miedo en los párpados hinchados, con la sequía de amor en las ojeras púrpuras ¿Ya no me quieres? e preguntabas incesante.Yo miraba por debajo del pliegue que entre abría tu falda y asentía con una sonrisa una y otra vez. Ya no me interesaba nada de ti. Ni siquiera tu carne.
La violencia y los celos nos habían carcomido el amor y ya no teníamos nada que entregarnos.Tu continuabas en la insistencia, esperando encontrar de nuevo el amor por mí en una lata de conserva, quizás en alguna de la despensa. Yo sabía que te odiaba con todas mis fuerzas; tantas, que tenia ganas de matarte allí mismo. Con el untador de mantequilla.
Chinkii
miércoles, 27 de julio de 2011
lunes, 25 de julio de 2011
Solo palabras.
No siempre son las personas que están más cerca de ti las que más saben quién eres. Si es en la escritura, y no en la vida diaria, donde uno se desarropa más, donde más expuesto queda, entonces es muy probable que los lectores sepan más de ti que tu propio entorno, ese que te abraza, te elogia, pero jamás lee tu diario.Un lector sabe muy bien de qué material estás hecho. Sabe cuáles son tus miedos, tus paranoias, tus obsesiones.
Por eso, amo escribir. Porque siento que, al leerme, cada uno de ustedes se lleva consigo algo mio: aquello que tomó una tarde para sentirse menos solo en el mundo.
sábado, 23 de julio de 2011
domingo, 3 de julio de 2011
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