Ahora que sé que morire, se me antoja soltar mi cabello más seguido y disfrutar de su desorden.
Me provoca reir hasta que me duela, reirme con todo el cuerpo, reirme de mi misma y de las cosas que en algun momento crei lo suficientemente complejas para dejar de reir.
Quiero disfrutar de cada dia lejos, perderme en nuevas ciudades y capturar los detalles en polaroids que viviran incluso hasta después de que me haya ido.
Diré todas las disculpas y te quiero posibles, entregaré los abrazos que tengo pendiente y escribiré cartas de amor, para acompañarlos siempre que me necesiten.
No quiero tenerle miedo a lo que haya después. Partiré lista, feliz y en paz.
Después de darlo todo, recuerdenme siempre.