Lo peor que puede hacer uno en la vida,
es inventarse escusas para no c r e c e r
Le gustaba guardar en su corazón a las personas con una canción que los identificara.
Pero a él evitó darle una canción, en el fondo sabía que más tarde no querría que nada se lo recordara. Sabía que por más que intentara serle agradable, no funcionaría.
-Chinkii
... y contando |
Mujer: "Deberías salir a la calle, salir a caminar, a correr"
Chinkii: No, debería desaparecer.
SI, TÚ...
ERES PRECIOSA A TU MANERA Y NADIE, ABSOLUTAMENTE NADIE EN EL MUNDO SERIA TAN ESPECIAL COMO TU.
...ME LEES?
Y sí que lo hacía, sobre todo cuando regresaba a su lado. Aún no termino de comprender cómo tanta pasión podía encerrarse en un cuerpo tan pequeño. No lo comprendía, pero me encantaba. Enloquecía con aquella absurda timidez, aquella mirada sugerente acompañada de una vergüenza profunda. Amaba lo agudo de sus vértices cuando hacíamos el amor. Y, con el pasar de las noches, me volví dependiente de sus susurros y gemidos, más enredada en sus rizos castaños. Porque aunque se lo hiciera siempre a oscuras, sin haber visto por completo su desnudez, estaba convencida de su hermosura.
Después solía acurrucarme sobre su pecho con mis piernas aún aprisionadas por las suyas, todo para oír su corazón y poder soñar con sus latidos de música de fondo. Con Amanda todo era tan frágil ! Por eso escuchaba con atención cada latido, porque en el fondo sabía que la noche siguiente podría ser demasiado tarde.
Chinkii
Los minutos pasaban perezosos frente suyo. Sentada en medio de aquel amplio salón gris, Brielle era hipnotizada por los primeros rayos de sol filtrados por la cortina, no podía comprender cómo las personas a su alrededor pasaran por alto tanta belleza, una melodía tonta revoloteaba en su cabeza mientras, enlace tras enlace, el hidrocarburo se enredaba volviéndose más y más complejo. Uno, dos, miles de reacciones y propiedades grises. Todos entendían aquello, a excepción de Brielle, ella pensaba en corrido y a todo color.
-Chinki-
Una semana para terminar el segundo año de carrera universitaria.Cuatro ciclos que pasaron en un abrir y cerrar de ojos.
Ahogada en mi propia inundación |
24 horas son suficientes para que atraviese por mil y un estados mentales.la milpolaridad apesta, lo digo en serio
Melancolía abría su piel para dejar escapar la frustración. Lo hacía cada vez que la acorralaban sus miedos y frustraciones.Su pequeña navaja la acompañaba durante horas trazando delgadas muestras de inconformidad y dolor. Seguía con su juego hasta que el nudo en la garganta evitara su respiración.
Y entonces esperaba, esperaba a que pasase, a que dejase de gemir, mientras apretaba los párpados y temblaba un poco, con las manos allí clavadas en su carne, trepando muslo arriba hasta dar con el borde de la falda. Para tocarse al final, abrumada, tan triste y sola, hasta correrse sin gemir, casi sin moverse sobre la silla. Haciendo amago de llorar pero sin llegar a lograrlo, porque ella lloraba distinto, entre las piernas, ante la rabia de no saber por qué le ocurría aquello, por qué estaba ella allí sentada con tanto miedo dentro. Tan sola, tan irremediablemente sola.
Chinkii
Detesto al mundo. |
Esta imagen me es tan familiar.
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Septiembre se levantó sobresaltada a media noche, temía por su vida.
Algo dentro de ella sabía que, tras su partida, los brillantes fantasmas volverían voraces al acecho...temía que esta vez Melancolía no pudiera levantarse sola.Y es que para Melancolía los fantasmas eran soleados, con un ligero olor a brisa de mar. Septiembre lo sabía perfectamente y yo tambien.
Amo como tu cabello danza alrededor de tu cuello rozándote los pechos, amo tu rímel corrido y tus hermosas clavículas al aire.Ay, Amanda. Tus manos. Tus besos. La infinidad de tu belleza y de tu cabello me enloquecen.
Mi frágil Amanda, te amaria cada minuto, te amaría hasta fin de los días con la seguridad de que si a la existencia se le antoja reanudar el tiempo te amaría de nuevo y mucho, mucho más. Te lo prometo.Chinkii
-4: 37 pm- "Brielle... ven con nosotras, cariño. Te estamos esperando." Los llamados revoloteaban impacientemente su cabeza, ella los habia ignorado por más de una semana, ya no tenia fuerzas como para decirles que no. Asi que apartó sus apuntes de la mesa y se levantó con torpeza " Tengo que escapar de aqui ", se dijo a si misma, pero en vez de llevar su bolso cogio la mochila de uno de sus compañeros de estudio, pues practicamente salio volando de la biblioteca hacia la calle .
Era una tarde lluviosa y faltaba poco para que una oscura noche cayera sobre la ciudad. Brielle caminaba sin rumbo, escuchaba kilometros de distancia el sonido de un celular, pero por nada del mundo se alejaría de las calidas imágenes que las hadas le mostraban, desbordaban de belleza y luminosidad, Brielle no se conformaría con solo admirar las imágenes...ella querría ser parte de ellas. En realidad, ella queria sentirse parte de algún lugar.
Cuando despertó en terapia intensiva solo 2 palabras estaban claras "necesito escapar". Todo era tan febril e hirviente que las ideas ebullecian dentro suyo cuál explociones volcánicas. Se sentía superior, fuerte y llena de vida...Pobre Brielle, apenas habia porovado bocado y, para silenciar los llamados desesperados las hadas, se inyectaba más de una inyeccion medica al día. Pero no volvería a cometer ese error, esta vez viajaría con las hadas, pues estaba completamente segura de que había encontrado su lugar. Esta vez no habría marcha atras para Brielle, el par de días de insistentes llamadas de todas direcciones, no cambiaron en absoluto su decisión.
Brielle era una niña pequeña con un futuro grande. Lo supo desde que su madre se lo susurró cuando tenia 7 "Serás grande, hija". Mamá tenia razón, fue grande y tambn muy pesado ... tanto que Brielle, luego de 20 años de mucho intentar, decidió marcharse con las hadas y luces que la llamaban desde detrás de la montaña de azúcar.
Descanza en paz, Brielle.