Rosa sensible y delicada

Parte de ser feminista significa aceptar que tu visión del mundo no es LA correcta, tu verdad no es LA verdad. 

Esto es completamente aplicable a las diferencias evidentes entre hombres y mujeres porque, a menos que seas un@ ignorante, es claro que nuestras diferencias fisiológicas  y  emocionales van más allá de tener vagina en lugar de pene o viceversa. 

Creo que ninguna mujer debería ser tratada diferente solo por el hecho de ser mujer y creo en la igualdad de oportunidades económicas, políticas y sociales entre hombres y mujeres.  Creo que ambos sexos se complementan y juntos podemos lograr cosas increíbles con un poco de humildad y sentido común.  

En mi mente nunca preconcebí a una feminista como la mujer que se encadena desnuda y marcha en botines militares autoproclamandose  dueña de los ovarios del mundo y la superioridad intelectual frente sus pares varones. Definitivamente eso no es feminismo y, a decir verdad, evito esa palabra porque trae demasiadas malinterpretaciones.  

Podría decirse que no hay nada mejor que sentirte cómoda siento tú #unapologeticallyyou  y en mí esto se resume en ser realmente sinvergüenza estos últimos meses. Soy muy directa y voy muy al grano cuando quiero algo o a alguien. Amo reconocerme como una mujer independiente, inteligente y guapa porque en mi experiencia nada ha sido más empoderador que sentirme dueña de las oportunidades que he creado para mí. 

He tenido que luchar por  cumplir mis sueños y dejar atrás prejuicios/personas/esquemasmentales para disfrutar de quien soy.  Este cambio ha sido tan necesario positivo para mí que asumí que  todas las mujeres necesitaban ser liberadas de sí mismas. 

Esta semana mi hermana me dijo: “Amo ver cómo te has convertido en  una mujer plena. Tu seguridad es casi intimidante. Te quiero y quiero que sepas que yo soy distinta a ti, mucho más tranquila. Me gusta pensar en mí como una rosa sensible y delicada;  quiero que me  cuiden, que me escuchen y me quieran. Soy feliz con quién soy”. 

No me había percatado de eso.  Lo más interesante para mí ha sido percatarme de que las mujeres somos todas distintas y el perfil feminista no debería estar predefinido.  

Así que hermana, amiga, mujer que me lees no importa si eres la rosa sensible y delicada o la tigresa de la noche. Siempre que seas por completo tú misma, bajo tus reglas, feliz con quien eres ….que se joda el mundo. 

gracias,sis,eres muy sabia para tu edad