No me lleves a casa, mi amor.
Abrazame fuerte mientras oscurece, no necesito más luz que la de tus ojos, más abrigo que tus brazos.
Sé que crees que necesito aprender a cómo ser feliz, te equivocas. Solo te necesito a ti.
Acompasar mis latidos con los tuyos es mi pasatiempo favorito. Por eso cuando te vas me ahogan los minutos sin ti, siempre me haces falta.
Es perdiendome en tus labios que me encuentro de nuevo, enredando mis dedos en tu cabello resuelvo mis líos y es en tu perfume que encuentro calma en mis sueños.
Y si trato de pensar en algo mejor que esto, me pierdo en mil realidades en las que siempre terminas a mi lado.
Amandome como yo te quiero, inmensamente hasta el infinito.
Eres un sueño, del que no quiero despertar.
Melancolia abrió los ojos, había llorado de nuevo.
Bienvenida realidad.
Siempre eres tan absorbente, Melancolia
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