Me gustan más cuando los dejas sueltos
porque es como si bailaran al ritmo de tus caderas cuando caminas.
No puedo dejar de mirarte, Amanda,
es como si una parte de mi no creyera que vuelvo a verte.
Si tan solo tuviera el mismo corazón que te ofrecí aquella vez,
así me abrazaría a la ilusión de lo que hubiéramos podido ser ,
del futuro que nunca viviremos juntos.
En cambio, estoy aquí en tu puerta.
Sin saber que ya es muy tarde, ya no podría reconocerte.
Él miró fijamente sus ojos marrones,
Navegó en el café de sus ojos,
Se sumergió en lo profundo de sus pulidas largos minutos
pero ya era muy tarde, su Amanda ya no estaba ahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias :*