Amanda entro al departamento lista para lo que ocurriría. Tenía su mejor lencería puesta, toda la logística preparada y los días a su favor.
Extrañaba el sabor de sus labios y sus manos acariciando su cabello. Luciano la cogió por la cintura y la atrajo hacia él, esperaba ese momento con ansias. .
Esa tarde Amanda se permitió sentir placer en cada caricia, cada beso y a cambio disfrutó de los susurros y gemidos de su amante.
-No te vayas. Quédate esta noche, guapa.
-Gracias por la invitación, necesito volver a casa.
-Pasa algo?
-Esto ha sido muy bueno, podría explicarte lo que significa para mi estar en esta cama juntos pero sé que no lo entenderías.
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