A veces murmuras cuando te concentras. Como si tus pensamientos fueran lo suficientemente grandes como para quedar en silencio.
Veo como frunces el ceño, realmente no tienes idea de tu comunicativo subconciente, vas de aqui para allá susurrando frases y parece que llegas a una conclusión divertida porque de pronto los murmuros se tornan sonrisas.
Entonces sonrio contigo al tiempo en que tus ojos se encuentran con los mios y es ahí cuando me sorprendes, Francisco.De imprevisto recibo una sonrisa de las tuyas: cálidas directo al corazón.
- Pasa algo?- No, todo bien. Te ayudo?
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