Septiembre despertó con un primer plano del otoño en todo su esplendor, la ruta hacia Füssen atravezaba un bosque digno de cuento. Estaba tan fuera de su elemento, el viaje recién comenzaba y ya extrañaba el olor a brisa de mar. Intentó recordar la última vez que inició un viaje tan largo pero su pecho sintió una punzada que la llevó a admirar el bosque con innecesaria intensidad.
-¿Todo bien, cariño?.¿Un mal sueño? - Francisco la llevó hacia su pecho, beso su frente y la tomo de la mano.
Casi olvidaba que esta vez viajaba acompañada. Cerró los ojos y no soltó el libro durante el resto del viaje.
Cuando llegaron a la estación, aún tenía ese libro entre manos, a Francisco en la mente y a Melancolia en su corazón.
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